El bosque no vale nada, el bosque no es tuyo como los significados. Lo que vale es el camino, las trazas que dejan tus intenciones.
No vale el mundo, ningún juicio de valor dirá un sí o un no sobre este algo en vez de nada, o sobre esta nada real en vez del algo prometido.
El mundo, genéricamente, no sirve. Los días de sol y de luz sí. El lenguaje indescifrable de las olas.
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