2 de junio de 2011

¿Qué significa teleología?

(Sigo con el curso de filosofía a base de preguntas breves e ilustraciones ejemplares. Cuyo curso yo tenía bastante abandonado.)

Un arquero:
una flecha, la diana exfutura.
Aquiles y la tortuga
en la paradoja de Zenón:
una promesa nunca realizada
de alcanzarla,
a ella,
que salió primero,
tanto
que parece
que desde siempre estuvo allí,
y cuando nos despertamos también
(Monterroso).

Una boca rendida de admiración,
tantas son las urgencias de hablar y la prisa,
los cuerpos incendiarios en verano,
a la vera de cualquier mar,
esperando la ola.
Un deseo despiadado de comer,
de resolver por una vez el hambre,
mordiendo con desesperación:
los alimentos terrenales,
los cuerpos,
cualquier materia sagrada
tendida al sol;
(según la opinión de los paganos,
que sólo tienen por cierto
lo que sucede desde el día hasta la noche;
después, quién sabe):
la piel, la luz, el aire,
las siestas meridionales dulces,
un vaso de vino en compañía.
Nuestro pan y nuestra sangre,
mientras las iglesias de las piazzas
avivan nuestras nostalgias.

Una ciudad y un viaje ideado,
en cualquier caso desde lejos,
volando en el pensamiento,
después de tantas lunas
y crecidas de río.
Cuando llegue el momento.

El libro que no llegaré a escribir,
las deudas que tengo que saldar
con las señoras de oscuro
que sé que no se olvidan de mí.

Donde haya una intención
existe el blanco.
Donde unos padres
una obligación---

La imagen que yo conozco que está ahí,
a la espera de que pase por su lado
y la recoja. Sé que está ahí,
que nunca le he tenido entre mis manos,
tanto es el tiempo del vuelo de la flecha,
la distancia, de continentes,
entre la diana y mi mano.
(Desde una intención hasta un objeto.)

A veces llego a desesperar,
temiendo haber estado siempre en el error,
y que nunca hubo arquero ni metas,
que todas las ciudades son las mismas,
una manía de soñador
sin nada dentro.

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