sino una potenciación del dominio ejercido sobre esos mismos hombres...
en virtud de la superposición de discursos sobre sus acciones...
suponiendo tácitamente, y denunciando autofideísticamente cualquier conato en contrario,
que no existe nada como la libertad o la razón crítica.
Pero yo no salvo a esos mismos hombres
que tienen la posibilidad
y no la blindan. No valen,
escenifican una decadencia que propaló
N., nuestro profeta.
(Calumniamos con el verbo que utilizamos -propalar- su acción veritativa:
decir que lo que venía era esto, hojas podridas
en cualquiera de las estaciones.)
***
En cuanto haya aire habrá almas o alas o vuelo;
en la medida en que los discursos no se ejerzan
omnímodamente (vid. Totalitarismo)
sobre los seres administrados,
en esa misma medida aparecerá la acción libre,
una capacidad de decir que no
a los tontos y malvados,
negándonos al amor que no queremos,
a las lumbres que nos enfrían.
Una escasa y artificiosa luz en la caverna,
y no necesitamos más que eso,
para sonreír y luego hacer que no
a tanta burocracia canallesca
a que nos condenó
la Unión Europea
y Max Weber su profeta
(éste era inocente,
de la verdad
a que se vio obligado).
(Convirtieron la poesía
en directivas,
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