3 de junio de 2011

Economía de las ciencias (humanas), II

No se produce un incremento real en el conocimiento de los hechos...

sino una potenciación del dominio ejercido sobre esos mismos hombres...

en virtud de la superposición de discursos sobre sus acciones...

suponiendo tácitamente, y denunciando autofideísticamente cualquier conato en contrario,

que no existe nada como la libertad o la razón crítica.

Pero yo no salvo a esos mismos hombres
que tienen la posibilidad
y no la blindan. No valen,
escenifican una decadencia que propaló
N., nuestro profeta.
(Calumniamos con el verbo que utilizamos -propalar- su acción veritativa:
decir que lo que venía era esto, hojas podridas
en cualquiera de las estaciones.)

***

En cuanto haya aire habrá almas o alas o vuelo;
en la medida en que los discursos no se ejerzan
omnímodamente (vid. Totalitarismo)
sobre los seres administrados,
en esa misma medida aparecerá la acción libre,
una capacidad de decir que no
a los tontos y malvados,
negándonos al amor que no queremos,
a las lumbres que nos enfrían.
Una escasa y artificiosa luz en la caverna,
y no necesitamos más que eso,
para sonreír y luego hacer que no
a tanta burocracia canallesca
a que nos condenó
la Unión Europea
y Max Weber su profeta
(éste era inocente,
de la verdad
a que se vio obligado).

(Convirtieron la poesía
en directivas,
en una contabilidad B
que quisieron entronizar
como Rey Progreso.)

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