6 de marzo de 2011

Mandamiento segundo del tetrálogo...

… dado a René después de la aparición de la Madre de Dios, circa 1619.

Se concede importancia excesiva al primero y fundamental: adorarás la evidencia sobre todas las cosas, y regirás tu vida espiritual según las proposiciones que se ajusten. Se tiende a ignorar, inercias mentales, la importancia del segundo precepto para este mismo fin. En efecto, el momento analítico, resolutivo o deconstructivo, garantiza matemáticamente el suave discurrir de la claridad y la distinción, tras lo cual se abre la puerta que para nosotros estaba reservada y sólo para nosotros (un dios, una ley, la definición misma de sustancia).

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