(Letra absolutamente ilegible, hasta para mis usos, en lo que escribo en las págs. de cortesía del libro)
Qué curioso (?) es el mundo sentado en un banco y mirando por una ventana con las persianas medio bajadas!
Ahora mismo escucho (?) lo que dicen en la reunión acerca del uso de las calculadoras científicas en las pruebas de acceso.
Leo este mismo libro en el que escribo mientras escucho y espero.
Compro una botella de agua.
Al otro lado del pasillo los alumnos llegan tarde al Laboratorio de Física. Se disculpan: otro profesor les ha retenido después de acabar la clase. Deben pedirle que les suelte antes, les recuerda el de Prácticas.
Mi curiosidad por la vida ajena es inmarcesible, invencible: quisiera entender el sentido de las prácticas del laboratorio, quisiera entender de qué hablan los matemáticos que están detrás de la pared junto a la que está el banco en el que escribo esto, quisiera saber quién es el hombre, ni muy joven ni lo contrario, que avanza por la calle, ahí abajo, yo estoy en la segunda planta, cuál es la relación de esos dos jóvenes, chico y chica, que pasan por la misma calle unos minutos después.
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