Otrosí, o de que en la Historia hay convidados
A partir de entonces, no pudo hacer frente a la hipoteca, de 450 euros al mes (entonces tenía un sueldo de 1.100 euros), le embargaron la vivienda y decidió entregarla al banco en febrero de 2010. Pero la pesadilla no terminó ahí. La casa salió a pública subasta, el banco se la adjudicó al 50% y le reclamó además 28.000 euros de la diferencia entre la tasación primera (71.000) y una segunda realizada por la subasta (42.900). "Entonces, sin que nadie me avisara, el juez actuó de forma automática, y ahora me ha dado la razón". Según explica, no ha tenido abogados, no ha acudido a ningún juicio y nadie le ha citado para ninguna vista, pero entiende que "se ha hecho justicia". "Nunca comprendí por qué si ya había perdido mi casa, y no tenía casi ni para comer, tenía que seguir pagando al banco".
2 comentarios:
LA PROXIMA VEZ,LEA USTED LO QUE FIRMA..
Es lo suyo, d. Anónimo.
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