Tengo una idea perfecta, una que hasta Spinoza habría aplaudido: fotografiar a la camarera ¿brasileña? que seca los vasos de tubo tras la barra y al hombre que está enfrente de ella, sentado y un poco escorado hacia la derecha (en relación al punto desde el que yo miro y pienso). Pienso que tendría que pedir permiso, que estas cosas..., y de repente el hombre, que no está muy bien de ninguno de los tipos de salud va, se levanta, paga y dice adios.
En su lugar, la portada de Nighthawks at the diner de Tom Waits:
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