18 de agosto de 2010

Apuntes ¿imaginarios?

"Soy un enfermo... un hombre malo. No hay nada de atrayente en mí. Creo que mi hígado anda mal. Pero en verdad no sé absolutamente nada acerca de mi dolencia, ni siquiera estoy muy seguro de cuál es. No estoy bajo tratamiento, y nunca lo estuve, aunque siento gran respeto por la medicina y los médicos. Además, soy mórbidamente supersticioso, por lo menos lo bastante para respetar a la medicina. Dada mi educación, no debería ser supersticioso, pero lo soy. No, yo diría que rechazo la ayuda médica nada más que por espíritu de contradicción. No espero que me entiendan esto, pero así es. Por supuesto, no puedo explicar a quién trato de engañar de esta manera. Tengo plena conciencia de que no me es posible perjudicar a los médicos impidiendo que me curen. Sé muy bien que el perjudicado soy yo, y nadie más. Pero de cualquier manera, sólo por malicia me niego a aceptar su ayuda. -¿Me duele el hígado? ¡Magnífico,que siga doliendo!


Hace mucho tiempo que vivo así, veinte años, o más. Ahora tengo cuarenta. Antes era empleado del gobierno, pero ya no. Era un mal funcionario, grosero, y me complacía serlo. Como no aceptaba sobornos, tenía que compensarlo de alguna manera. (Esta es una pésima muestra de ingenio, pero no la borraré ahora. La escribí pensando que parecería muy chistosa. Pero ahora me doy cuenta de que es una jactanciosidad vulgar, de modo que la dejaré sólo por ese motivo.)" (Dostoievski, Memorias del subsuelo)


El texto de F. D. ("El autor de este diario, y el diario mismo, pertenece evidentemente al campo de la ficción. Sin embargo, si consideramos las circunstancias que han determinado la formación de nuestra sociedad, nos parece posible que existan entre nosotros seres semejantes al autor de este diario"), aquí, por ejemplo.

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