La prensa, tan necesaria cuando sirve a ls sagrada libertad de expresión, opinión, información, etc., muestra una obscenidad radicalmente prescindible cuando exhibe cuerpos desnudos ( muertos, catástrofes). Esto no hace más crítico a nadie. Lo blinda emocionalmente. Lo vuelve capaz de integrar en su conciencia el punto de azar letal que viene de consuno con el liberalismo tecnológico.
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