Weintraub sobre los monjes levantiscos de su abadía...
En este monasterio diríase que las condiciones vitales eran literalmente imposibles, o que al menos así se lo parecieron a Abelardo, el cual deseaba tomarse la vida del asceta totalmente en serio. Los monjes convivían con sus concubinas y sus hijos; algunos al parecer tenían incluso sus propiedades privadas; la "nobleza" de la región consideraba esta comunidad como perfecto coto de caza para sus aspiraciones de rapiña.***
U. Eco sobre el speculum mundi... condicionado a que el mundo tenga forma. Comentario wittgensteiniano.
La forma de la proposición figura la forma del mundo. El sentido de la proposición consiste en un isomorfismo escondido.-Para que haya un espejo del mundo es preciso que el mundo tenga una forma -concluyó Guillermo, que era demasiado filósofo para mi mente adolescente.
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Cada época posee su propia tontería o la proyecta. Abelardo y Eloísa llamaron Astrolabio al fruto de sus amores culpables. Adso de Melk debe mirar su reloj de pulsera cuando pronuncia un "media hora después".
1 comentario:
A veces los lectores (espectadores) miramos más al espejo que al mundo, y la realidad no es el espejo sino el mundo. No siempre reproduce la imagen semejante, pensemos en la refracción, la reflexión. Y es la reflexión la que nos hace a cada uno ver el mismo mundo de diferente forma, pues vemos diferentes espejos. O caso, ¿hay diferentes mundos?
Buen sabueso este franciscano, Baskerville.
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