Antes de los dioses vinieron los hombres, dijiste y te quedaste tan pancho. A eso se le llama cuajo.
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(Alegorías) El lago de Platón: los dos mundos. Uno de ellos inventado por una humanidad que sueña, y que en la sucesión de esos errores hace consistir su historia y le concede tanto valor que hasta la convierte en materia enseñarle. Ansiamos tanto el saber que hasta coleccionamos pormenorizadamente los desaciertos.
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