1 de julio de 2012

Ejercicios de retórica

El alma alemana y el ‘Volksgeist’ italiano

Uno:
La Reforma protestante nació de una rebeldía: Lutero se negaba a que los campesinos pobres alemanes, para escapar al purgatorio, tuvieran que comprar indulgencias al acaudalado clero romano.
Dos:
Para hacernos una idea del futuro, echemos un vistazo a Silicon Valley, el lugar más productivo del planeta, pero también el más estéril, el menos encantador y afable. Dejando de lado los logotipos de diseño de Yahoo!, Intel u Oracle, los edificios que albergan la revolución de las tecnologías de la información son bloques anodinos, rodeados de extensiones de césped impoluto, surcadas por amplios bulevares. No hay singularidad arquitectónica. Aunque la conectividad sea lo primordial, aparte de algún que otro corredor, aquí no hay ni un solo transeúnte.
Me gusta pensar que entre uno y otro párrafo existe una relación esencial. No ya entre las oraciones, sino entre el mundo referido por las oraciones, y que en la exigencia luterana de menos quejarse y más trabajar (comenzar la caridad por y hacia uno mismo) se anticipaban los paseos por el césped del desolado valle californiano. Me gusta pensar que en la interposición de un relato, y no cabe más que imaginarlo o inventarlo cuando no tienes el texto delante (lo cual no es mi caso), entre uno y otro momento, en la conexión forzada de los hechos, consiste el mismo pensamiento. Al completar lo fragmentario, piensas; y al pensar, vives.


Hoy hace menos calor. El mismo sol, pero corre el aire en este primero de julio.

No hay comentarios: