Encuentro un
texto de Agustín García Calvo, del que transcribo unos fragmentos que no sé
si intentan transmitir algo (que no sé si realmente significan algo). Por
russelliana paradoja, a las maniobras de distracción (noticias científicas)
respecto a la verdad del poder, que A. G. C. menciona en su texto, contribuye
él mismo.
Pues bien, amables lectores, dejáos oír (no hace falta que creáis a cambio nada) lo que los restos de sentido común de los menos creyentes os dicen bien claro: no era tampoco verdad, no ha habido tal cosa como un acercamiento a la solución definitiva: el problema está tan vivo y floreciente como desde que se inventaron las teorías sobre el Mundo. No puede ser que se descubra una solución, teoría, filosofía o ciencia dentro de la realidad, que, valiéndose de términos del vocabulario real, trate de dar con la esplicación (sic) de todo; porque, entonces, la esplicación misma entraría a formar parte de la realidad y no podría decir nada nuevo y desmentidor acerca de ella.
He ahí lo más sencillo que tendríamos que haber descubierto: que la realidad no es todo lo que hay; que es una guerra o contradicción entre la pretensión de imposición de ideales o de un lenguaje matemático cerrado, y la resistencia siempre viva contra esa imposición; la de las cosas nunca del todo terminadas contra los números y el fin: por ejemplo masa, cuando más, sería esa resistencia, siempre espesa, que, no habiendo todo, no puede ser 4% de nada.
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