15 de julio de 2012

Trompe la raison


Encuentro un texto de Agustín García Calvo, del que transcribo unos fragmentos que no sé si intentan transmitir algo (que no sé si realmente significan algo). Por russelliana paradoja, a las maniobras de distracción (noticias científicas) respecto a la verdad del poder, que A. G. C. menciona en su texto, contribuye él mismo. 
Pues bien, amables lectores, dejáos oír (no hace falta que creáis a cambio nada) lo que los restos de sentido común de los menos creyentes os dicen bien claro: no era tampoco verdad, no ha habido tal cosa como un acercamiento a la solución definitiva: el problema está tan vivo y floreciente como desde que se inventaron las teorías sobre el Mundo. No puede ser que se descubra una solución, teoría, filosofía o ciencia dentro de la realidad, que, valiéndose de términos del vocabulario real, trate de dar con la esplicación (sic) de todo; porque, entonces, la esplicación misma entraría a formar parte de la realidad y no podría decir nada nuevo y desmentidor acerca de ella.
He ahí lo más sencillo que tendríamos que haber descubierto: que la realidad no es todo lo que hay; que es una guerra o contradicción entre la pretensión de imposición de ideales o de un lenguaje matemático cerrado, y la resistencia siempre viva contra esa imposición; la de las cosas nunca del todo terminadas contra los números y el fin: por ejemplo masa, cuando más, sería esa resistencia, siempre espesa, que, no habiendo todo, no puede ser 4% de nada.

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