Yo estuve ese día allí. El de las portadas.
Ningún libro comprado. Pero es que los que pedí no los tenían. Habráse visto!
En la corte hay mucha gente, en la aldea menos. Me sigue costando trabajo pensar, y más con este calor horrible, demoledor, mesetario.
Igual mi dificultad cogitante deriva de alguna especie de autismo, de carencia de un sentido de la resonancia para la carga emocional de las voces y las ideas. No sé. Las emociones, aparte tópicos, quizás sean como el pegamento en el contexto, el principio de un aire de familia...
Me gusta la filosofía del lenguaje no esencialista. Es lo único que pienso bien.
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