En la trastienda de la botica un niño juega. Los hombres fuman y leen el periódico. Un arcón viejo y unas baldas con libros bastan a la mirada del niño. Su padre siempre ha guardado silencio, y de su madre recuerda las veces que le ha perseguido a causa de alguna de sus travesuras. No habla mucho, no es una mujer instruida. El niño espera que alguna vez, su futuro se le figura imposible de lo lento que transcurre su tiempo infantil, alguna noticia llegue, que la conozcan aquellos hombres pausados y que él pueda oírla al pasar.
Si él fuera un niño, si no fuera un hombre...
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