11 de agosto de 2011

Reflexión de la doncella que una mañana se levantó resuelta

Parece vano deshojar un pensamiento, si éste viene con la envoltura de una flor muerta. El pensamiento, antaño bello, no dice nada a nadie, ni en todo ni en sus partes descompuestas, nada más que su silencio decidido a las preguntas que le opones. ¿Por qué?, y él calla. Parece vano, y cosas peores, tratar de analizar un pensamiento, empeñarse en lo imposible, creyendo que vas a encontrar sangre y calor para los próximos inviernos. El pensamiento guarda silencio para ti, sólo para ti, y hasta la misma proposición con que se te entrega es indescifrable.

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