Dan en la tv (La 2) un programa sobre Miguel Hernández, sus años finales en la cárcel, y no puedo evitar que el alma, que no sé si tengo, se me venga al suelo cuando el locutor lee los versos terribles y hermosos, generosos hasta doler, que el poeta dedica a su niño hambriento, y a una madre que no puede.
1 comentario:
Ya. "Hay golpes en la vida, tan fuertes...Yo no sé¡/ Golpes como del odio de Dios"
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