Anselmo no pudo suscribir una insensatez como la tercera premisa. Años después hemos comprendido que el profesor insertó una broma ateísta en el tortuoso (para mí) manual de lógica "de primer orden".
Sol.: No "hay algún x que es perfecto y que existe", sino que "si hay algún x que es perfecto, entonces existe". Digo yo. Lo primero sería admitir, amicus Anselmus, que podría darse el caso de algo perfecto que no existe. Una isla, ¿no? Ah, Gauniloncillo Mosterín! Anda, anda...
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