Nos burlábamos de los profetas que clamaban contra el infierno tecnológico. La maldición ya está aquí y la aceptamos como si fuera el paraíso, o hacemos el gesto de que pertenece todo a las determinaciones de la historia. Ninguna historia se juega en la sala del consejo de administración de una multinacional, sin embargo.
La música popular posee un efecto arrasador. Al salir de la verbena la canción se va perdiendo por las calles, igual que el agua del mar en la arena de la playa va guardando silencio cuando acaba la película (J. Tati).
(Sale la luna, y se van fundiendo luz e imagen conforme el coche, viejo, pistoneando, se va por la carretera que bordea el mar, cerca del hotel.)
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Música nuda.
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La vida consiste en sus impresiones inconexas.
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