Hay mundos en los que el texto, cualquier texto, se constituye en declaración de guerra, o de ostracismo, o de aislamiento---
Basta con la mirada del ausente,
para que se produzca ese antimilagro,
de proferir p,
y que el mundo guarde silencio,
que ningún desciframiento
emita un ruido, una alegría,
la conexión de las intenciones,
un sentido hallado
en las trazas
de la escritura.
***
Dijo el filólogo "Hágase la exégesis", y desde entonces tenemos ediciones críticas.
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