Sustancialmente generoso, a veces, en ocasiones más curiosas que temidas, un matiz de crítica asoma... Pero ya no hay margen de error, desde hace demasiado tiempo ya no hay margen de error.
(Pareciera que soy capaz de volver a efectuar una apreciación más objetiva, distante y distinta de ahora y de lo que soy. Ilusión, ciertamente. Nunca existió la objetividad ni nunca existirá.)
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