-La enfermedad como motor del genio, como lo mismo que el genio, y por ello deseada. En esta romantización de la enfermedad (y sus metáforas) caen los alemanes (Nietzsche y Th. Mann).
-El punto fuerte de Th. Mann no es la coherencia filosófica. ¿La ciencia, según N., "no conoce el ser, lo eterno"? ¿Qué es lo que conoce, entonces?. Mejor expresado, lo que des-conoce, a causa de su falsificación óptico-moral. (Igual soy yo que no me entero, como casi siempre...)
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