3 de mayo de 2010

Nunca bastante

Sentirse ridículo: simplemente por verse obligado a cumplir con unas situaciones de las que me había librado. Ridículo, delante de mí mismo (el bochorno para mí mismo se queda). Porque en ese establecimiento yo no estoy haciendo nada que no hagan otros hombres (todo legal, eh?). Sólo que no estaba acostumbrado. No es algo que pertenezca a la vida activa, ni siquiera al trabajo. Tarea de intendencia, doméstica, mínima. Nunca alabaremos lo suficiente los trabajos de las mujeres. Jamás apreciaremos de forma adecuada su sacrificio callado.

No hay comentarios: