Ignacio Carrión, 26 de mayo:
Anson poseía una camarilla de aduladores y un semáforo de tráfico con las luces verde, ámbar y roja junto a la puerta de su despacho. Cuando el semáforo se ponía verde empujabas la puerta y al fondo aparecía hundido detrás de su gran mesa (y de una bandera española) ese individuo esférico con la voz gangosa y una beatífica sonrisa de circunstancias.
1 comentario:
Sí, mejor no comentarlo. Un secreto: confundo las imágenes de Ánson y de Peñafiel.
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