Como todos. (I. C., anotación del 15 de agostos; el final como el de todos, quiero decir: no estar y quedar -¿para qué y quién?- los signos.)
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Obligado a releer. Aunque no es un libro "recomendable". Los de Blumenberg, tampoco.
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Yo sé que caeré. Y por motivos absurdos. Pero solamente soy en las distracciones. Si me concentro en mí soy penoso. El solipsismo se paga.
¿Cómo no dejarse convencer?:
"Un libro hermoso, desolado y terrible que va mucho más allá del estudio." Andrés Ibáñez, ABC
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Lecturas: Blumenberg, Jaeger, Leiris, Hayek. Para ser de campo se tiene buen gusto... Ojalá que se tuviera cabeza.
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Podrían los manuales de Historia sagrada de la enseñanza antigua contener un cúmulo de falsedades y/o ingenuidades. Aun así, el daño que experimenten las jóvenes cabecitas con las virtudes pedagógicas del ordenador será mucho mayor. Al menos quedan los estudios de medicina o derecho para evitar la estupidez del contenido maquinal. Las humanidades, no. Están perdidas desde que quisieron ser ciencia.
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