Leemos, escribimos en casa lo que a nuestra modestad nos dicen los días. Guardamos el archivo.
Inventamos palabras: porquedad o la parca poquedad, o al revés.
Jugamos: caemos en la cuenta de que una polémica política es una guerra civil, que los asuntos se han agravado con el paso de Grecia a Roma. Humanamente agravados: la guerra es el dios padre, y no hay madre mayor que la ciudad. Pero de repente se empiezan a contar los muertos. Oh humanitas.
Lo dejamos y queremos seguir escribiendo, acordarnos de la bella palabra "rutinizar", que asocio absurdamente con un tema de Frank Zappa.
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