Dejar el presente, para recoger posteriormente (tú; los otros, lo más probable) los docs. de la ruina. Serás tú o no el que lo haga. En cualquier caso, se trata de una tarea que corresponde a una frialdad despiadada.
También requiere voluntad: como de estar solo en la isla y decir que sí.
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La tortura de querer recordar algo... que casi seguro que no merece la pena...
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(Dialéctica ilustrada)
Ah! La voluntad! Qué paradojas! No a pesar de, sino gracias a las positivas inclinaciones a realizar el mal (no meramente a omitir la comisión del bien, como querría un residuo de piedad pietista), venciéndolas, se manifiesta la bondad moral.
Un Sade reprimido y seguidor fiel de las bienaventuranzas ajusta como un guante, y a la inversa, al sagrado deber racional kantiano. Un psicópata con pundonor en el centro del faktum oceánico moral.
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