5 de julio de 2008

Antes de que se me olvide...

La abyección que pide perdón al liberticida no hace más que redoblarla: a ella y a la maldad del criminal.

Afortunadamente sólo queda el texto, el texto queda solo y es puro.

***

Sin ascesis oculta:

Pero el cuerpo debe representar el punto de la libertad negativa; respetable, no dañable. No el origen del contenido afirmativo, de la autonomía. Este pensamiento que tanto tiende ahora a localizar en la carne la sustancia de la dignidad puede errar sus objetivos: no la moralidad de los s. h., sino el deseo que acicatea el movimiento de las tiendas es lo que puede provocar---

...

Para no ser injustos: las mayores abominaciones contra el cuerpo se han cometido en nombre de la idea.

Esto no debería ser una prueba contra la verdad de la idea: esto no se halla en cuestión.

Debería ser un testimonio de que no se cree auténticamente en la idea.

Coherencia o correspondencia, una vez admitida no cabe otra actitud que la del fatalismo: dejar actuar la libertad, dejar hacer al pecador, sin necesidad de amarlo: laissez faire con pessoana indiferencia (parág. 228, Libro del desasosiego).

La verdad es el dios, puesto que me trasciende: a la verdad no tengo que importarle yo: lo infinito no juega en mi campo.

No hay comentarios: