Nerón Sánchez, romano galaico-portugués, algo visigótico en su fisonomía y maneras, es un buen megalómano. Quiero decir que es un gran aficionado a la música, sobre todo a la que viene de sí mismo, continente de las armonías esféricas que es su sustancia. Es pariente lejano de Johannes Arnaldo, cosmoviajero, y coinciden en esa humildad consistente en querer dejar un eco en la eternidad, aunque sea zurriendo un sonajero de huesos... Pero arrea que por allí asoma Augustinus Girardillo, el de melifluos modos e impar sapiencia: -A la atención de...
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