Un anciano nihilista, desprendido porque ha sido derrotado por el zeitgeist hogañesco del mundo (o quizá lo lleva en ese adn adquirido que se te va quedando a base de palos experimentales) --un anciano aconseja a los jovenes: -Al cabo de los años es el fracaso; y si es el triunfo, peor me lo pones. Porque lo primero es la verdad final, y los segundos meros engañaojos.
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