4 de septiembre de 2014

Cainismo político

El partido gobernante a veces intuye las realidades, aunque puede que no a la luz adecuada. Entiende que el programa de los partidos de la oposición de izquierdas consiste en un único punto: echarles a ellos del poder. Si llevan o no razón, yo creo que no importa. Lo grave para el partido gobernante debería ser la posibilidad de que unos dos tercios de los votantes sí que tienen efectivamente ese programa político monopunto: que se vayan. Después, veríamos... Pero ahora resulta odioso este matrimonio de gobierno y ciudadanía, para la mayoría de la ciudadanía. El fraudulento, en espíritu, propósito de modificar la ley electoral, responde a este estado de cosas. El partido gobernante no tiene más remedio que advertirlo: le resulta odioso a una mayoría de la población. Más que a Podemos debería temerle al Debemos ( moralmente) echarles. Más que a la coleta, a su propia inmoralidad. (Y mira que lo tenían fácil, después de lo que había...)

1 comentario:

JA dijo...

Y VICEVERSA