24 de septiembre de 2014

I confess: no soporto el corrector ortográfico de los dispositivos informáticos. Es útil muchas veces (colocación de tildes, compleción de palabras y así), pero cuando no le cuadra lo que estás escribiendo y se empeña en enmendarte me da la sensación de tener a un wasp echándome el aliento en la nuca.

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