En el caudal libre de la prosa de Pla no es inusual encontrar francas contradicciones de juicio, pero las constantes conservadoras son indudables: “Las cuatro desgracias empiezan por R: Reforma, Rousseau, Revolución y Romanticismo. El mundo de nuestros días”. (J. Bustos, en la revista Leer)
El disparate planiano fuerza a buscar las gracias redentoras en la tétrada de Catolicismo romano, Tomás de Aquino, Absolutismo y ¿Románico?
Aunque ya puestos... ¿por qué no Paganismo, Diógenes, Cinismo y arte povera?
Aunque en honor a lo que es, la frase genial que cita J. B. posee el vicio concomitante de mostrar una verdad histórico-empírica:
El camino, la iglesia, el cielo... Falta el sol, que lo resuelve todo. Mediterráneo. Un libro de Braudel.
Aunque en honor a lo que es, la frase genial que cita J. B. posee el vicio concomitante de mostrar una verdad histórico-empírica:
Era la pura experiencia –traumas como el de su cobertura de la hiperinflación alemana de entreguerras, germen del nazismo, cuando una barra de pan costaba en Berlín un ¡billón! de marcos– la que le llevaba a declarar ante Soler Serrano, en impagable entrevista del programa A fondo de TVE: “Cuando les das el poder a los virtuosos, todo el mundo se muere de hambre”.Luego están las fotografías que son irresisitibles (en el mismo lugar):
El camino, la iglesia, el cielo... Falta el sol, que lo resuelve todo. Mediterráneo. Un libro de Braudel.
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