24 de julio de 2014

Falta de profesionalidad

FRANCISCO CARRIÓN Especial para EL MUNDO El Cairo
Wael al Dahduh no pudo. Balbuceó las primeras palabras de su directo desde la asediada Gaza y rompió en sollozos. Debía contar el centenar de vidas segadas en Shiyaiya, al este de la ciudad. Pero el corazón le venció. Un nudo se instaló en el estómago. Un temblor se apoderó de la voz. Y las lágrimas brotaron hasta hacerle enmudecer. Cabeceó unos segundos como quien se disculpa por un desliz imperdonable. Trató de tomar aire y sacudirse la flaqueza. Tampoco lo logró. Todo fue en vano. Hundido por la tragedia de la que debía haber informado, dio unos pasos y se esfumó del plano dejando el horizonte de Gaza, con columnas de humo elevándose a lo lejos entre hileras de edificios.
Muy mal, el periodista debe mostrarse capaz de informar neutralmente de la muerte de niños y civiles.

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