Se hace saber

La presente etapa de la cultura, desertora del ideal, habría quedado inhabilitada para tan subido sentimiento porque el igualitarismo democrático impone una nivelación general que lo excluye. ( J. Gomá, en  El País)

Pá ná, oiga, no se nos distraiga. El sentido de lo sublime no se percibe por ninguna parte, pero no a causa de la mentalidad democrática, sino porque el demos aprehende el cinismo del poder. Eso no convierte al demos en democrático, qué va. Lo que viene del rencor sordo acumulado no sabemos donde podría acabar, si en un silencio impotente o en un grito sangriento. ( Por lo demás el texto de J. G. se me antoja una buena crónica del concepto de lo sublime y sus derivas desde la antigüedad: de la belleza y la mimesis a la infinitud que atrae y horroriza, lo siniestro; acabando en nuestra época baldía, carente del atrevimiento para sentir, para el entusiasmo.)