Que el gran articulista madrileño era un monstruo de vanidad y nada le importaba fuera de sí mismo no pienso rebatirlo; sin esa patología, por lo demás extensible a tanto escritor sin su prodigioso talento natural, quizá no hubiera cristalizado un estilo tan propio, tan “modélico”, por citar a don Antonio. Como ya escribí, mucho menos peligroso es un mercenario vanidoso que un fanático de la idea, porque al primero lo podemos desactivar con dinero. (Jorge Bustos, a propósito de la inquina ético- estética de Muñoz Molina hacia González-Ruano)¿Y si no tenemos dinero? ¿ Podría yo leer, estética, a quien me enviaría a la muerte, ética? Creo que solo la religión puede exonerarnos de esta impresión de asco que no tiene derechas ni izquierdas.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
13 de julio de 2014
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