José Sánchez Carrasco, un nombre pronunciado por él mismo con las pocas fuerzas que le quedaban, se presentó con un caso severo de deshidratación en el hospital de Guaymas, una ciudad portuaria de Sonora, al noroeste de México. Era miércoles, 16 de octubre. Como reconoció después el propio director del hospital, se negaron a atenderle. El jornalero se instaló entonces con las pocas pertenencias que llevaba en la entrada del centro. Se valió durante varios días de la caridad de la gente que pasaba y lo veía ahí arrumbado. En el hospital dicen que llamaron a los servicios sociales pero que estos nunca llegaron. Lo encontraron muerto el pasado lunes. (El País)
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27 de octubre de 2013
Escenas de la democracia representativa
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