19 de noviembre de 1913. Me conmueve la lectura del diario. ¿Será debido a que en la actualidad no tengo ya la menor seguridad? Todo me parece una construcción. Cualquier observación de otro, cualquier mirada casual lo vuelca todo hacia el otro lado en mi interior, incluso las cosas ya olvidadas, absolutamente insignificantes. Ahora me siento más inseguro que nunca; sólo siento en mí la violencia de la vida. Y estoy insensatamente vacío. Soy realmente como un cordero perdido en la noche y en las montañas, o como un cordero que corre detrás de ese cordero. Estar tan perdido y no tener fuerza para lamentarse de ello.
¿El diario podía apuntalar algo? Que me digan cómo.
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