¿Quién eres tú para hacer juegos verbales?
Es un padre...
Ha sufrido...
Viene por su orgullo, el hijo... su sangre, dolor y alegría...
Pero tú no eres malo, porque no se trataba más que de tu inadvertencia. Ni malicia tenías. Además, aún conservas la hombría de pedir perdón. Aunque sea a nadie, o a la dignidad de un padre que todo lo ha entregado.
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