21 de agosto de 1913. Hoy he conseguido el Libro del juez, de Kierkegaard. Como ya suponía, su caso, a pesar de algunas diferencias esenciales, es muy semejante al mío, por lo menos se encuentra en el mismo lado del mundo. Me confirma, como un amigo. Redacto la siguiente carta al padre /de Felice Bauer/, que pienso enviar mañana, si tengo fuerzas para ello.
En el mismo lado del mundo. En el errado.
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