6 de septiembre de 2010

Sí, II

EL GÉNESIS
En un principio la luz. Y la hora primera
en que los labios todavía en en el barro
prueban las cosas del mundo
Sangre verde y en la tierra bulbos dorados
Bellísima en su sueño se tendió la mar
sin blanquear las gasas de éter
bajo los algarrobos y las grandes erectas palmeras
Allí solo hice frente
al mundo
llorando amargamente
Mi alma buscaba Señalero y Heraldo
...

(O. Elytis, inicio de Dignum est, 1959, según la trad. de Círculo de Lectores, 2008)

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