25 de septiembre de 2010

La ciencia de los perros, II

No pienses demasiado, desconfía de cualquier palabra que asome por la puerta. Vienen envueltas en amabilidad, pero en cuantos las interrogas se vuelven incomprensibles y monstruosas.

Mantén a los humanos cerca, pero con una distancia de seguridad. (Acepta lo mismo para ti: el frío es generalizable.)

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