Someterse al acto de fe consistente en pensar que
El libro de los pasajes (tal como está editado) lo escribió Walter Benjamin. Solamente para adquirir categorías con las que describir la experiencia del hombre en las grandes superficies, una no-persona en un no-lugar: nada utópico, muy rentable y muy siglo XXI, el siglo de las ovejas rientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario