19 de diciembre de 1913. Odio la autoobservación activa (...) Sobrellevarse con calma, sin precicipitarse, vivir como uno debe, no andar persiguiéndose la cola como los perros.
Me viene que ni de perlas hoy el apunte kafkiano (cortado como lo corta Jacques Le Rider). La versión francesa no menciona el imposible empeño canino: esto es, que los humanos nos comportamos bobamente, igual que nuestros buenos, transparentes, ingenuos amigos. "Ne pas tourner cyniquement autour de soi-même", pone. No. Es algo diferente. La mansedumbre ha dado paso, potencialmente, al desprecio (cínicamente).
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