8 de agosto de 2008

Incluso la proposición más simple...

... se distancia, en su referencia, de una fácil comprensión.

Aunque el significado fuera intuitivo (si no intento entenderla, la entiendo), las reglas de su verificación se me antojan inaccesibles.

Y ha desaparecido hasta su simpleza de S + P.

La única claridad restante es la de la duda: una verdad in fieri. Es decir, sin resultado.

***

(Links)

Imágenes, rostros, memoria histórica.

Pavor, desánimo---

¿Cómo conjugar la verdad histórica, que a nadie -a nadie- iba a agradar, con el funcionamiento normal, no dramático, no trágico, de una democracia occidental? Me explico, a mí: no creo que media España vaya a poder juzgar a la otra media... después de que los vencedores ya lo hubieran hecho. Así que la verdad histórica, humana (a derechas y a izquierdas), cuanto más lejos de la reivindicación partidista actual, mejor. Pero, eso sí: los muertos a sus tumbas (no a una fosa común, porque sea inconveniente remover), y la verdad a la luz.

¿Cómo se llegó a ese encanallamiento, que nos sigue negando?

Todos tenemos nuestros muertos. Descansen en paz ellos, vivamos en paz nosotros.

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