Manteniendo el esqueleto argumental de “La autopista del Sur” –autos embotellados, gente paralizada, desesperación por la incapacidad de seguir moviéndose–, aquella propaganda mercantil mostraba cómo el Renault Megane (¡el colmo de los colmos, puesto que el auto protagónico del cuento original era un Peugeot 404!) era capaz de salir airoso de esa prueba apocalíptica, el único medio de transporte que te puede llevar a donde quieras ir y cuando lo quieras, el único vehículo que triunfa sobre la adversidad más primitiva, que nos salva de las frustraciones de la sociedad de masas. (A. Dorfmann, acerca del relato de Cortázar "La autopista del Sur" y la publicidad)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
24 de agosto de 2014
Del vaivén de los tropos
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