Al otro lado de la ventana, mientras escribo esto en el centro de Madrid, el Estado español hace uso de los derechos que le otorgaron los ciudadanos españoles, incluyendo el monopolio de la violencia, contra esos mismos ciudadanos, y las luchas de la literatura parecen menos importantes; sin embargo, estos son los tiempos que nos ha tocado vivir y tienen su origen en la misma crisis de la que la literatura, tal como ha sido dicho aquí, es testimonio. (***El libro tachado, pp. 258-259)
[Citar también a R. Barthes sobre el condicionamiento filosófico- social de la función autorial en la modernidad. // Además, resumir las ideas sobre la autoficción, pp. 245 ss.]
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