En la tradición aristotélica del arte como imitación, el escritor era el medio o vehículo para describir la verdad de algo que estaba fuera de él.
Con la tradición moderna (en líneas generales desde Rousseau) del arte en cuanto expresión, el artista dice la verdad sobre sí mismo.
Por ello, se hacía inevitable que se insinuara una teoría del amor en cuanto experiencia o revelación del yo, y que fuera presentada con decepción como experiencia o revelación del valor de la persona o el objeto amados. El amor, como el arte, se convierte en medio de autoexpresión. Pero como entenderse con una mujer no es un acto tan solitario como entenderse con una novela o un poema, está condenado al fracaso. Un tema predominante en la literatura y el cine serios de hoy es el fracaso del amor.
Susan Sontag sobre Pavese, texto enlazado anteriormente.
I. e.: Que la erótica platónica no ha de mostrar otro aspecto que el conatus a la fusión mimética, la reducción de la distancia de la materia y los cuerpos frente a su arquetipo. En el eros platónico no cabe ningún romanticismo. Justo por eso no hay fracaso (del yo conducido a una condición imposible de creador del mundo) sino teoría contemplativa, pulsión dialéctica.
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