29 de diciembre de 2008

A new comment

No será oro todo lo que reluzca en la retirada de los dioses a sus altares o al olvido:

A Freman:

No sé si entiendo lo que me quiere apuntar con las implicaciones. Creo que se refiere a que la presencia de razones (C) que motivan la decisión de alejarse de la religión (A), que "casi siempre" se dan, es razón suficiente de un progreso intelectual (B). No digo que no, e individualmente es legítimo ir de una cosa a la otra: o sea, del escepticismo (respecto a la fe) al conocimiento (racional y/o científico). Pero yo no me quería referir a esas situaciones individuales, sino a las colectivas, resultantes de un abandono práctico de la fe religiosa... que casi nunca tiene que ver directamente con la disonancia cognitiva que provoca un saber controlable (¿popperiano?; crítico, en todo caso); o que nunca tiene que ver meramente con eso, sino con procesos de más amplio alcance, que tienden a nombrarse como "secularización" y que implican la retirada de la religión de su influencia pública y su limitación a la [vida] privada. Esto es, que cuantitativamente no ha habido motivos racionales para abandonar la religión, sino que las cosas han pasado así (en Polonia ocurrió de otra manera, y la religión se mantuvo y hasta se reactivó contra el despotismo del régimen comunista) sin intervención excesiva de la conciencia. En mi comment anterior dije que a lo mejor mi postura era elitista. Quizás no sea ésa la palabra, sino más bien descreída y un poco conservadora con respecto a lo que podemos esperar de estas sociedades [nuestras]. Claro, en esto se deja guiar uno por sus impresiones de conjunto, muy subjetivas aunque no infundadas, y la verdad es que mi impresión subjetiva de conjunto no va por el camino de pensar que en las ciudades postindustriales españolas (por ejemplo) se ejerza una actividad pensante más sofisticada que entre los descendientes de agricultores muy motivados para el aprendizaje. (También me dejo llevar por lo que sí creo que conozco de primera mano, por lo menos en mi persona: salvo excepciones, los muchachos tienen una inquietud intelectual tendente a cero. Aunque ellos no son culpables sino... helas, la sociedad.) No veo yo inquietudes por saber "masivas": nunca las ha habido, vale; ¿pero ha existido esta incuria y esta depreciación del saber entre los que tenían posibilidades de valorar el saber? Pienso, sé que me voy de una cosa a otra, que sí que se ha activado una enorme potencialidad de intercambio de ideas y pareceres a través de Internet, en un grado que ya habrían deseado los gigantes sabios de otros siglos. Ello es digno de la mayor consideración. Personalmente creo que la filosofía, a la que "profesionalmente" me dedico, era una actividad prácticamente muerta (limitada a la Universidad) antes de Internet y los blogs, y que eso afortunadamente ha cambiado, sin que la cultura del libro se haya menoscabado en lo más mínimo. O sea, que por esa parte, muy bien. Pero luego le das la vuelta a la moneda y no veo que entre los cultores de la ciencia y la sociedad haya existido una efectiva sinergia o contaminación o lo que sea. Además, el tópico de las dos culturas sigue haciendo mucho daño, en el sentido de que se carga a las humanidades con un anticientificismo de opereta, como si fuera cosa (el oponer pretensiones críticas a la ratio calculadora e instrumental) de pensadores de zarzuela y casino, y no es así: Heidegger y los frankfurtianos son algunos de los espíritus más sabios e inteligentes que ha producido el siglo XX. Hay también, a eso voy, una ambición y soberbia enorme en la ideología de las ciencias y las tecnologías. Una confusión, por otra parte, entre lo que se puede y lo que debe ser/hacer... En fin, todo tan intrincado que yo no soy capaz de hilar tan fino como para percibir un automatismo entre retirada de la influencia religiosa e ilustración social general. No entro a comentar la cuestión de la validez de las encuestas (se podría, y no porque la encuesta sea de Público) para conocer la presencia efectiva de la razón en el público opinante. No creo yo ser mucho más ignorante que la mayoría, pero confieso que muchas ideas científicas las tengo por artículo de fe (es decir, porque no pienso que los científicos sean espíritus malévolos sino, al contrario, interesados en la verdad), y no albergo muchas esperanzas de que una divulgación masiva del conocimiento científico produjera otra cosa que propaganda científica, otra forma de educar "para" la ciudadanía... Mientras tanto, me esforzaré yo, antes que nadie, por aprender yo mismo y superar en la medida de las fuerzas mi ignorancia, sin atreverme a dar por sentado (ex cathedra periodística) que de la marcha de las nubes religiosas vaya a venir la luz científica para la sociedad en pleno. Qué sabe uno! Un saludo. MLL.

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