12 de febrero de 2015

Una idea extraña, un poco cuando menos, que recojo en John Berger: la socialidad animal truncada por la intervención humana (culpable, económica). En esta societas interrupta ¿puede  consistir parte del pecado de raíz que arranca al hombre del jardín? Escisión no como consecuencia, sino como causa..

No hay comentarios: